Ministerio del Ambiente (Min-Amb) y el PFG Gestión Ambiental de la UBV (Sede Zulia) celebran en Ancón de Iturre el Día Mundial de los Humedales.

Texto: Nicanor A. Cifuentes Gil
Fotografías: Lenín Parra M./Wilmer Meza
Fotografías: Lenín Parra M./Wilmer Meza
El día 2 de febrero del año en curso docentes del Programa de Formación de Grado en Gestión Ambiental de la Universidad Bolivariana de Venezuela celebramos con el cuerpo en movimiento, desde la lúdica y la pedagogía que se aventura al riesgo creador, el día mundial de los humedales. Reconocemos la importante iniciativa de educadores del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente así como de miembros de la comunidad organizada de Ancón de Iturre, municipio Miranda del Estado Zulia.
Entre niños de diversas escuelas de la zona aledaña al importante humedal Ciénaga de "Los Olivitos", importante refugio de fauna y reserva de pesca de más de 26 mil hectáreas, celebramos la fecha reconociéndonos cercanos en ánimo conservacionista y en espíritu de lucha en defensa de la biodiversidad que allí se encuentra.
La participación de educadores ambientales así como de sus educandos fue clave para insistir en la acción de reforzar con creatividad y gozo la labor de reconocernos como elementos del ecosistema que nos incluye y del cual tomamos mucho para nuestra sobrevivencia como otra especie más que participa del entramado ecológico.
Que cada niño y niña se reconociera en labores y tareas relacionadas con una especie animal o vegetal propia del humedal costero de "Los Olivitos" fue fundamental para insistir en valores y en iniciativas que, más allá de abrazar la mera teoría de la ecología (importante por demás) se aventuran en reconocer cualquier espacio cotidiano como aula abierta, como espacio de reconocimiento de la otredad natural que también somos.
Que los niños se desprendan de la jaula que a momentos puede representar el colegio que no se inventa en pedagogías alternativas debe ser tarea fundamental donde deben dirigirse los esfuerzos de los colegios, liceos y universidades de todo el país y así iniciar travesías por sendas más honestas y más diáfanas con la casa natural que habitamos.
Creer en el niño como ser que en el mismo presente es un actor esencial en la puesta en marcha de iniciativas, accionares responsables con el ecosistema debe erigirse como acto humano por excelencia. No desligar las historias locales, los saberes propios de cada ser y colectivo humano de las geografías y maravillas naturales es tarea en donde la educación ambiental debe encontrar su campo de acción, tantas veces descuidado por malas praxis a la hora de entender y activar la educación para y por el ser humano y el entorno que le incluye.
En este día nuestra labor como docentes del PFG Gestión Ambiental de la UBV-Sede Zulia humilde fue trabajar de manera sentipensante, a partir de la movilidad corporal de los niños, el entendimiento de diversas situaciones ecológicas que se suscitan en el ecosistema de manglar de Los Olivitos a partir de los Juegos Ecológicos. Para ello con breves palabras dimos a conocer esta importante iniciativa del jugar feliz sin aspirar a "ganar" o "perder", sin competir y sin entender al otro como adversario a desplazar. Inspirados por materiales y previas experiencias, de manera simple pero cariñosa, desplegamos varios juegos - propuestas donde la risa, el sudor producto de la movilidad gozosa, la mímica fueron apareciendo de forma espontánea y plena.
Celebramos la metáfora y la palabra, el cuerpo conectado con el alma niña, la gracia y la libertad de ser humanos liberados de restricciones innecesarias. El aula expande sus alcances y se hace tan libre como sus niños en pleno ejercicio de felicidad. Destacamos el compartir de experiencias, el trabajo colectivo de los que creemos en este enseñar - aprender constante, más allá de las puntuales contingencias, más allá de las múltiples tendencias que opacan el devenir de la humanidad como especie particular que altera el planeta que le sirve de morada.
La humedad es agua y esperanza para un planeta árido. La fe en el juego de los niños sabiendo comentar y reflexionar cada acto que allí se ejecuta representó una primera e importante manera de iniciarnos en este abrazo entre instituciones que están llamadas a converger más que al esfuerzo o a la tarea ambiental separada.
Celebramos a los colegios participantes de esta jornada festiva y educativa, a los miembros de la comunidad organizada de Ancón de Iturre, epicentro de defensa del ecosistema cenagoso amenazado por accionares industriales de la empresa Produsal que, en pleno siglo de la ecología, les interesa monetariamente seguir viendo en la naturaleza una fuente de lucro y no de exaltación de lo vivo, de la vida fragil, asombrosa y diversa.
Humedales, agua y vida, vuelo de flamencos y coro-coras. Niños con alma y cuerpo entregado al aprender y al conocer desde lo lúdico, desde la risa. Aquí nuestras imágenes de la jornada educativa del día 2 de febrero de 2010. Agradecemos desde este humilde texto al docente y colega Wilmer Meza así como a los estudiantes del PFG en Gestión Ambiental de la UBV- Sede Zulia por su apoyo y colaboración para llevar a buen témino la actividad lúdica.












Agradecimiento a las compañeras Yajaira Socorro y Ameris González.
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